El ser humano siempre ha buscado actividades o juegos para evadirse en su tiempo libre. El hecho de desconectar de nuestra jornada laboral o intentar alejarnos de la monotonía, es un hecho repetido y recurrente en todo tipo de culturas y sociedades, tanto presentes como pasadas.
Los primeros emperadores romanos ya participaban en actividades sociales para fomentar el ocio entre sus territorios. El entretenimiento se ha diversificado durante las diferentes épocas, y actualmente todo nuestro entretenimiento reside en el universo tecnológico y el 2.0. Las pantallas son ya una realidad asociada a nuestro día a día. Cine, series, videojuegos… poco quedan ya de esas reuniones -casi nostálgicas- en las que una familia se sentaba en una misma mesa. Los videojuegos son, actualmente, uno de los medios de entretenimiento más populares. PlayStation es la líder en ventas gracias a su PlayStation 4, una consola con millones de seguidores en todo el globo. Sobretodo en España, donde tiene un arraigo muy fuerte, su marca es asociada a los videojuegos e incluso la gente lo utiliza en su terminología diaria como sinónimo de consola.
Una de las situaciones que han propiciado que la marca se convierta en referencial radica en la mejora constante de sus prestaciones. Lejos de convertirse un ecosistema inerte, ha ido implementado una serie de mejoras que la convierten en un sistema mucho más accesible para todo tipo de públicos. Pero no todo han sido historias de éxito en su trayectoria. Hace poco vimos como una de sus nuevas consolas, llamada PlayStation Vita, iba desapareciendo progresivamente de las listas de ventas debido a las malas cifras obtenidas.
Era una consola que lo tenía todo para brillar, buen hardware, prestaciones interesantes y una pantalla táctil OLED que era una absoluta delicia. Además, ofrecía la posibilidad de conectarse de manera inalámbrica a la PlayStation 4 y disfrutar de sus juegos en un dispositivo portátil, un concepto muy parecido al que utiliza actualmente Nintendo con Switch. Esta nueva posibilidad fue muy bien recibida por el público y por los seguidores de la marca, y muchos empezaron a imaginar como sería plasmar esta manera de jugar a otros dispositivos. Sony no quería dispararse un tiro en el pie, y mientras la Vita seguía el catálogo, quiso hacerlo exclusivo para esta máquina. Después apareció una app a los teléfonos inteligentes Sony y finalmente se hizo público para todos los dispositivos; ordenadores incluidos.
Una medida que era estrella de su consola virtual, ahora está al alcance de todos. Esta decisión ya deja entrever que la vida útil de la Vita se encuentra ya en su fase final, y que dentro de pocos años poblará las vitrinas de los coleccionistas y pasará a considerarse una consola retro.
Asimismo, si os ha gustado la idea de poder disfrutar de la PlayStation 4 en un teléfono inteligente o un ordenador portátil, seguidamente os explicaremos cómo hacerlo.
En el caso de un ordenador de sobremesa o un PC portátil, primero tenemos que acceder a la página oficial de PlayStation. Allí tendremos que buscar la sección conocida con el nombre de Remote Play o Uso a distancia. Una alternativa más rápida puede ser utilizar un buscador y colocar estas palabras, el primer resultado de la búsqueda es el correcto. Una vez allí tendremos que elegir si queremos utilizar la aplicación en un dispositivo Windows o bien si somos usuarios de Apple. Seguidamente iniciará una descarga directa con el aplicativo que nos ofrecerá la posibilidad de conectarnos con la consola. Cabe destacar que se necesita una conexión a internet para realizar esta operación, ya que ambos dispositivos se conectarán por Wi-fi. Una vez dentro de la aplicación deberemos iniciar sesión en nuestra cuenta PlayStation, encender la consola y ¡a jugar!
En el caso de los dispositivos móviles es aún más sencillo. Tendremos que dirigirnos al mercado de aplicaciones y buscar “Remote Play“. Una vez la tengamos instalada, tendremos que hacer lo mismo, iniciar sesión, encender la consola y jugar.
Si tenemos la consola en modo ahorro energético podremos encenderla desde el móvil o desde el ordenador. Dentro de la aplicación también podremos elegir la cantidad de imágenes por segundo que decidimos y la resolución del vídeo. Mientras más calidad tenga, más velocidad de conexión demandará.
Una opción interesante si nuestra televisión se encuentra ocupada y queremos seguir disfrutando de nuestro videojuego preferido.