Internet se ha convertido en una herramienta indispensable para la sociedad, aunque a veces es necesario protegernos de aplicaciones o practicas malintencionadas que tratan de aprovecharse de fallos y despistes. Los usuarios tenemos algunas pautas para evitar que nos roben información sensible y accedan a nuestros equipos sin consentimiento, pero a veces los responsables de seguridad son los creadores las páginas y aplicaciones. En este artículo, haremos un repaso de las medidas de seguridad para algunos de los sectores online más conocidos.

Tiendas online
Durante las últimas décadas las tiendan han evolucionado hacia modelos de negocio online, debido a que cada vez más personas prefieren comprar en Internet a en tiendas físicas. Las tiendas online son cómodas y envían sus productos directamente a casa, pero todavía hay quien desconfía al utilizar sus cuentas bancarias y tarjetas de créditos en la red. Para ser seguras, las tiendas cuentan con una serie de medidas de seguridad. Por ejemplo, es indispensable que las tiendas online dispongan de protocolos SSL/TLS, es decir, un nivel de encriptación que evite que terceros puedan conocer la información que envía el usuario al servidor que aloja el sitio web y viceversa. Un tienda online sin SSL/TLS es sinónimo de fraude. Por otro lado, deben contar con formas de pago seguras al ser uno de los puntos más vulnerables. Algunos ejemplos de pago seguro son los que se realizan a través de PayPal o métodos de autenticación en dos pasos, por ejemplo desde la web y envió de confirmación a nuestro correo electrónico o un SMS al móvil. Por supuesto, utilizar siempre páginas web oficiales y que cuenten con certificados de seguridad, evitando enlaces sospechosos a lugares externos.
Casinos online
Los portales de casinos se han vuelto muy populares en los últimos años gracias a Internet, por ejemplo el casino online Betway ofrece juegos de azar con una experiencia similar a la real, con blackjack, la ruleta o tragaperras, pero desde la comodidad de casa. Por supuesto, los portales de apuestas deben contar con SSL/TLS y pago seguro como el resto de negocios online, además de contar con sellos de regulación de juego del país correspondiente. En el caso de España la regulación se trata un certificado de juego seguro otorgado por la Dirección General de Ordenación del Juego. Además, existen organismos independientes como eCOGRA, que se encarga de testear las probabilidades de los juegos, asegurando el buen funcionamiento de cara a los clientes y garantizando la mejor experiencia posible. Los casinos online deben disponer certificados de eCOGRA para confirmar por ejemplo las probabilidades de premios de las tragaperras. Por otro lado, los propios desarrolladores implementan sistemas antifraude que evitan errores de programación para ganar premios, para ello utilizan tecnología en la nube para impedir manipulación del software como ocurre con otros videojuegos populares de la talla de Call of Duty y trucos como autoapuntar. Siempre que exista algún tipo de error durante la ejecución de los juegos de azar, los casinos devolverán automáticamente el dinero y anularán la jugada.
Las redes sociales

Las redes sociales se han convertido en una herramienta indispensable para comunicarnos o enterarnos de noticias. A diferencias de otros negocios, no implican pagos, salvo ciertos servicios excepcionales, pero contienen un bien muy preciado, información privada de sus usuarios. Las cuentas de los usuarios son, por lo general, seguras y solo existen algunas formas de hackearlas con ataques de fuerza bruta o artimañas de ingeniería social. Basta con poner contraseñas complejas y nunca compartirlas, los propios administradores avisan continuamente que nunca solicitarán contraseñas en mensajes privados ni correos electrónicos. Para cuidar la privacidad, primero buscar en las opciones de las redes sociales que utilicemos para configurar a nuestro gusto, por ejemplo evitar publicidad personalizada o que envíen nuestros datos a terceros. Aunque a veces el problema de privacidad viene de la información que compartimos. Hay numerosos consejos para proteger los datos privados pero el más aconsejable es el sentido común. Evitar compartir información como dirección, nombre real completo, datos personales, nunca subir fotos comprometidas, solo agregar como amigos a personas conocidas o utilizar un perfil privado si no queremos que cualquiera acceda al perfil. Porque las redes sociales no existen para que las compañías sepan todo sobre nosotros sino para compartir gustos o aficiones.
Sin duda Internet ofrece un sinfín de posibilidades pero como usuarios debemos aprender a navegar con cabeza para evitar problemas. Ante cualquier duda en una página, lo mejor es evitarla, y ante cualquier movimiento raro en sitios de confianza lo mejor es cambiar la contraseña y ponerse en contacto con los administradores.